martes, 5 de abril de 2016

Cinco monedas.

Cambiaron mi acento
cinco monedas y todo quedó atrás
que todo ya estaba hecho
que no había qué decir
que no sería lo mismo
que no es cosa de sueños
que aunque quiera,ya está.

¿Entonces qué?
Que ya no puedo luchar
que mis manos están atadas
que las lágrimas solo tejen absurdos
que la memoria es algo cruel
que no existe un mañana
que todo cambia para mejor.

Y nos transformamos en estatuas
sólidas marionetas del destino
que se mueven
cuando suena el fondo de una lata
donde alguien deposita un dineral.