domingo, 26 de diciembre de 2010

Muerte en Navidad


Espero
puedas leerme,
son mis últimas
letras.

Decidí
morir en Navidad.

Espero
no te moleste
mi descortesía,
mi arrogancia
y mi ego.

No soporto más
este mundo
sobre mis hombros,
y elegí
la cobardía
antes
que el triunfo.

Ya no puedo
enfrentar
la cotidianidad
de sufrir
porque es
parte de nosotros.
Estoy cansado
de mirar al sol
solo para quejarme
de él.
Estoy harto
de la muerte por
odio (y amor).

La idea
de pensar
que pisar cabezas
es progresar,
me dejó
exhausto.

La única manera
es huir
de la mejor forma.

Estuve
pensando
mucho
en
como
matarme:

El disparo
en la sien
me conmueve
y cautiva,
pero
hay una posibilidad
(aunque sea remota)
de no ser efectivo.

Pensé en
el suicidio
del salto
(Desde un edificio, hacia un tren, etc.)
pero sabés
soy muy cobarde.

Decidí la más
dolorosa
a mi entender,
el harakiri,
y pagar físicamente
por las lastimaduras
que me quedan
por cicatrizar.

Me gustaría
no llores por mi
ausencia,
debes seguir adelante
sin mí.

Recordando la dicha
que vivimos
y que no soporto.

Espero
sepas entender
porque muero.
No porque ya no
quiera vivir,
sino porque la vida
me pesa mucho.

La cuchilla
atravesó
mi estomago,
siento el ardor
en mi alma-

La sangre cae
a chorros
sobre el piso.

¿Así se siente la vida
en un solo golpe?...


Teodoro Duarte

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Antes de que puedas leerme, debes aprender a verme.

Matias Berrondo dijo...

Así se siente la vida en un solo golpe.

Recordando la dicha que vivimos y no soportamos.

..

Ro dijo...

¿Quién no ha pensado en salir de este mundo alguna vez, aunque sea un ratito?. Quizás esta poesía nos identifique a todos un cahito.