miércoles, 25 de noviembre de 2009

La presa

"Cuando nuestros sueños se han cumplido es cuando comprendemos la riqueza de nuestra imaginación y la pobreza de la realidad." Ninon de Lenclos (1620- 1705).







Lo supo desde el momento en que cerró los ojos, cuando los abriera ella estaría ahí. Así sucede, una habitación de sócalos grises y paredes derruidas, Friandise acostada sobre una camilla, llorando y gimiendo de dolor. Su mundo se deteriora, todo muere a su alrededor.
Friandise está desapareciendo.

No podés dejarla así,
Friandise no tiene que ser arrancada de este lugar, nosotros podemos hacer que todo esto cambié, somos Dioses dentro de nuestra habitación. Tenés que cambiar la atmósfera, hacer que Friandise ría, debés trasportarlos a un lugar mejor, correr esta situación que nos hace sufrir a todos (o ambos).

Mi cara está caliente, nunca he podido verla sufrir, nunca soporte verla llorar y, ahora que todo se desmorona, y
Friandise se esfuma de mi mente, siento el calor que transmiten mis lágrimas en mis mejillas. Sé que puedo despertarme, pero dejaría de verla y, también, desaparecerá.

Su cuerpo, frente a
Friandise, cada vez más inclinado, pareciera que está volviendo en la evolución del hombre. Su aspecto desmejora y se mimetiza con el lugar. Lagrimas salen de sus ojos, huyendo desde sus adentros, todo en él se pierde poco a poco, se siente vacío y húmedo, incapaz de modificar la situación. Él es actor y director de todo lo que aquí se vuelve materia.

¿Qué pensás de
Friandise en este momento? ¿Aún sigue resultándote la única persona capaz de hacerle frente a tus pensamientos? Aunque siempre te considere un paradigma, hoy te veo de costado y escupo al nombrarme. Vos no podés sentir por Friandise lo que yo siento, antes, ahora, después y siempre. Te desgarra el hecho de saber que sos quien puede cambiar esta realidad...

¿La realidad? Eso no existe. Son palabras modificadas, solo se cruzan por mí, quiebran un poco más mi erguidez
Necesito ayudarla, sus gritos me agobian, centenares de espectros se posan sobre mis recuerdos. Todo depende de mí. Su cuerpo está perdiendo contornos, y yo, no puedo dejar que eso suceda. Crearé una nueva circunstancia, donde
Friandise se duerma, apoyando su cabeza en mi pecho y yo la despierte con besos en sus ojos.

Nuevamente, él levanta su cabeza, acercase a ella (sin quitarle nunca la mirada de su humanidad), abrazándola empieza a crear un paraíso coyuntural, flores azules y violetas lo invaden. Denotándose, los verdes pastos que los sostienen. Animales sueltos corren a sus alrededores, abrigando todo el entorno y dejando caer la suavidad de sus pelajes.
El campo irradia vida. Cerca de un lago la acuesta,
Friandise todavía tiene los ojos cerrados.

Abrígala con tus brazos, el cosmos reside en ellos, hacela sentir lo que es. Vuélvela parte de tu carne ¿No sentís el calor sobre tus ojos? ¿Seguís teniendo la misma sensación? ¿Sigue escurriéndose de nuestros sueños?

Baja su cabeza y la ve atentamente,
Friandise sigue desapareciendo, su cara se transforma.

No puedo dejar que esto siga sucediendo, Hypnos, te entregaré todos mis sueños si dejás que ella siga perteneciendo a este. Deja de arrancarme desde adentro.

Luego de esto, ellos despiertan en una sola persona, con la cara mojada de lágrimas y sudor. La angustia invade su pecho y se pregunta qué soñará de ahora en más…



Teodoro Duarte


(*) Foto extraida y perteneciente a http://lazarokarl.blogspot.com/

2 comentarios:

Nadia dijo...

wow!! sé que si sigo leyendo me sorprendo cada vez más! sos genial Danilo!!

"abrígala con tus brazos, el cosmos reside en ellos, hacela sentir lo que es. Vuélvela parte de tu carne"
(qué fuerte!)

besotes!!

Nadi ;)

Karl Lazaro dijo...

Viste cuando a un pintor le dicen que su obra es "solida" "prolija"

bueno tu cuento tiene todo eso... pero le falta el punch, el final se esmera por salvarlo, pero naufraga... se hace tedioso... no sé. Está muy bien gramaticalmente, en lo sintáctico, está bien contado, Fuiste muy prolijo y muy solido

ah! la cita me encantó! y la parte que cita nadia también, pero son archipiélagos de certeza en un océano de incertidumbre