martes, 8 de febrero de 2011

Cicatrizar


Una bala certera
según dijeron,
yo no estoy seguro.

Jamás estoy seguro de algo.

Hace días que veo
esa cara en mis pesadillas.

Sus ojos hinchados,
una sonrisa de labial,
el rumor rojo en sus mejillas.

¿Por qué lees si no te gusta?
¿Qué te lleva a querer recaer en mi?

Todas las mañanas me despierta
el mismo grito desgarrado.
El sudor corriendo por mi cara,
la almohada mojada,
las sabanas volcadas sobre el suelo.

¿Cuántos gritos vas a dar antes de escuchar?
¿Qué es lo que te lleva a odiarme?

Durante el día,
después de mi primera ducha,
huelo la pesadez del silencio
que la inundaba.
(Vuelve una y otra vez)
Y la busco sin cesar, a empujones.

¿Para qué querés que te compare?
¿Por qué te vas? ¿Qué dije?

Por la tarde
su imagen va desapareciendo,
dejándose aludir por la muerte del sol
dando lugar al vacío de sus pasos.
Uno tras otro,
voy escuchando como los dio,
cuando recorría por última vez ese callejón
conmigo detrás,
mirándome fijamente.

¿Tenés miedo? ¿Por qué me mirás así?
¿Alguna vez te hice daño?

En la noche siempre cuento
la misma historia que me hace sentirla viva,
corriendo delante mio (como la última vez)
gritando, resbalando, entrando en la niebla.

Todavía puedo sentir
el cuchillo atravesando su pecho,
sus uñas sobre mi piel rasgando,
sus lágrimas chocando contra mis brazos...

Las marcas que me dejó
y no puedo cicatrizar...


Teodoro Duarte

5 comentarios:

Anónimo dijo...

sos un groso :) siempre sostengo eso Nanny

Karl Lazaro dijo...

son jodidas las cicatrices, quedan feas :/

Matias Berrondo dijo...

Al fin. Hijo de puta.
Recobro el placer de leerte.
Terrible poema. Estaba esperando que escribieras así. Te leí así antes. Espero que sigas este camino.

Esto se lee, sincero, poderoso y brutal.

Abrazo grande poeta

YoKa dijo...

Me identifico mas de una vez con las preguntas...

Soledad Astier dijo...

Muy bueno.
Llegué vía hacedores, seguiré leyendo.
Saludos!