jueves, 31 de marzo de 2011

Noches púrpuras

Todos somos esa piedra
que vuela, e impacta
en la cara lavada de Dios.

Necesitamos que la lluvia
nos llegue hasta los pies,
y nos alivie.

Ella pagó su pasaje a la eternidad
antes de tiempo,
y tenía caducidad próxima.
Lamento ser tan egoísta.

Hoy el viento sopla fuerte,
qué agresivo es el momento.

Canciones rotas en lágrimas de sangre,
luces que encienden ojos,
distancias intocables,
de días intachables.

Más de un perdón
prescripto
en el rincón
donde todo es cicatriz.

Hoy no queremos un Dios que guíe,
necesitamos los milagros.
Necesitamos espontaneidad.

¿Cuan oscuro es tu corazón?
¿Quién es aquel que lo mide?

Dejá de correr y refugiate
en el limbo, mi eternidad.
Convierte en ese día
lleno de orquídeas volando,
ese día en que el olor del sol
está presente en la nada.

Las noches púrpuras se acercan,
y ya no queremos huir hacia el ocaso.
La guerra se acerca,
y las piedras están en el aire.

Matame mil veces si es necesario,
yo moriré en alguna de ellas...


Teodoro Duarte

2 comentarios:

Laura dijo...

Que triste me pone leer tu dolor.
Un beso y un abrazo enorme Dani.

Matias Berrondo dijo...

Dani, piel de gallina.

"Hoy no queremos un Dios que guíe,
necesitamos los milagros.
Necesitamos espontaneidad."

Un abrazo grande!