domingo, 13 de marzo de 2011

Celeste sobre el cielo

Matamos en nombre de Dios
o por el dinero.
Matamos porque somos miserables.
Matamos para sentirnos parte del mundo,
y seguir invictos de él.
Matamos para cargar
con la culpa de una vida.
Matamos porque morimos,
y nos mata tener que esperar la muerte.
Matamos porque nos enfrentamos a la selva.
Matamos porque somos muertos sin tumba.
Matamos con el gusto de la victoria en nuestra piel,
y nos dejamos matar porque somos esclavos de la vida.
Matamos porque no nos gusta lo que enfrentamos día a día,
y queremos ser parte de los que pueden dejar de matar.
Matamos por supervivencia,
para no ser tragados por el limbo
de nuestros recuerdos que no paran de seguirnos,

y nunca dejaremos que nos alcancen.

Somos muertos que buscan más que vida.
Somos aquellos que buscan ser más
de lo que podemos aspirar.
Somos los que piden limosna al cielo
y son escuchados en la tierra.
Somos los que reciben golpes antes
que la sonrisa del diablo.
Somos los que inundan de rituales las noches.
Somos los que lloran por sus heridas internas.
Somos los desterrados,
que nunca podrán sentir la mano amiga,
los que dejaran de vivir cuando dejen de ser vistos.
Somos los que nacemos porque sí
y morimos por el mismo motivo.

Somos los que no saben quienes somos...


Teodoro Duarte

5 comentarios:

Luis dijo...

Me gustó tu poema, tiene mucho de verdad. Afanosamente inspirado en la cruel realidad. Te felicito!!

Matias B dijo...

Un poema con muchos álgidos momentos.
8 quintines.

Matias B.

Karl Lazaro dijo...

los que dejaran de vivir cuando dejen de ser vistos.

Matias Berrondo dijo...

los que no van a vivir nunca

carolina dijo...

la trama de relaciones sociales fisicas y mentales...