martes, 31 de enero de 2012

En el abismo

Dan ganas
de correr los prejuicios
y romper con la monotonía.
Dan ganas
de estrellar contra paredes inquebrantables
hasta que nuestras narices dejen de sangrar.
Dan ganas
de llenarse de explicaciones vacías
para agotarnos con palabras necias.
Dan ganas
de destruirse el cuerpo con piedras filosas
dejándose llevar por el alma que late internamente.

Dan ganas
de sucumbir con una lágrima
que nos bañe en su sal de días de alegría.
Dan ganas
de cubrirnos las sombras
y clavar nuestras uñas en todo recuerdo magro.

Dan ganas
de matarse de a poco con la luz que seca
deshidratándonos con su fulgor rojo amarillento.
Dan ganas
de dejarse caer en el abismo que no espera, y no enfría,
y quedarnos ahí, quietos e impávidos esperando hasta que las ganas vuelvan


Teodoro Duarte

sábado, 7 de enero de 2012

Odín

Surca el aire la poesía
vociferada por las bocas mudas
arrancadas de llantos
haciéndose valer por el aire que la transporta
aguda y con la fuerza de Odín.

Clamada sonríe la noche
en su palma orquídea
transformándola en manto
que descose en el crujido seco
de ánimas transformadoras de lágrimas
invasoras de nuestros sentires.


Oídos escucharán su música
que pasará desapercibida
jugando entre las hendiduras de sus orejas
limpiándolas de espantos y regocijos carnales
mientras va dejando sus huevos
que anidarán (¡Claro que lo harán!)
en sus cabezas y entrarán en sus mentes
sembrando anagramas que fecundarán
y se volverán lírica recorriendo el ser
que se plasmará en el universo
dejando cosechar una vez más
la poesía que vuela y surca en el viento...


Teodoro Duarte

viernes, 6 de enero de 2012

Pájaros recorren nuestros sueños

Soñé volando
sobre jardines desiertos
de animales apareándose
en intermitencias
sobre pastizales inyectados de verde
donde el mundo se sumerge en latidos.

Las ilusiones bifurcan el cielo aéreo
y nos separan cuando te veo
alejando la maleza de tu cara
que se transforma en aire cuando rozan el viento.

Te veo tan intacta que da pena dolerte
como duelen los días,
que nos transcurren en efervescencia,
pasando altivos sin tocar un gesto en nuestros rostros
donde se cosechan sonrisas y ojos llenos de sequías
que nos abarcan en mutilaciones
y nos convierten en pájaros que bifurcan el cielo
en un sueño eterno, recorriendo el cosmos
destilando el aire en viento hasta resurgir en el limbo.


Teodoro Duarte