Solsticio de verano
la mano que toca la luna
y el pie dibuja un circulo en la tierra
mira hacia ambos lados
caminando cual gacela cae agazapada
mientras la luna baña sus piernas inmaculadas
(La luz lunar tiñe el paisaje y su pelo negro arde)
Su torso vuelve a los noventa grados
gira, gira y gira
la veo elevarse con sus manos traspasando el aire
sonriendo, mirando hacia las nubes
su vientre está concebido por el día
y sus gestos expresan la tormenta.
Pienso en antaños poemas que le fueron brindados
y el efecto carmesí de su labio sangrando pasión.
Virgen serpentea desnuda mientras se aleja
dando saltos y piruetas
dedicando el último fulgor de su latir al abismo
fulmina su carnalidad con los sonidos más afinados
extraviándose en la oscuridad de la noche.
domingo, 23 de diciembre de 2012
lunes, 17 de diciembre de 2012
Desencuentro
Un puñado de sueños.
La mano en el bolsillo izquierdo.
El viento pega desde el oeste
(con fuerza y delicadamente)
vuela el alma como papel.
¿Y si fuera yo el que te roba lo real?
¿Si es que convierto en mío lo que trascurre normalmente?
Tengo miedo de estar muerto,
mi cuerpo emana pestilencias
ya no siento más que un impulso
y hace rato arrastro este cuerpo atado a mi alma.
No te miento cuando te digo
ser coherente es cuestión de tiempo
y te busco entre tantas sombras
que deja la estela de tu presencia.
Soy un camino (entre miles de millones de caminos)
atravesado por miles de millones de caminos
y soy la piedra que no es tenida en cuenta
dentro de un sendero pedregoso
sin diferenciarme del resto
sigo estancado en el limite de varias personas
añorando poder volar,
aunque no sea más que un camino en un océano de piedras estáticas.
¿Cuántas veces partirás sin despedirte? Te veo rasgar el cielo
Las plumas de los aviones recorren el aire
mientras la vida se derrumba a mi alrededor.
Toco. Descubro mundos infinitos.
Es hora de dormir la siesta, alguna vez te refugiaste entre palmeras,
te encuentro una y otra vez en diferentes formas (mientras te escapás),
te disparo dos veces y escapo.
Hoy no quiero saberte en otra realidad.
La mano en el bolsillo izquierdo.
El viento pega desde el oeste
(con fuerza y delicadamente)
vuela el alma como papel.
¿Y si fuera yo el que te roba lo real?
¿Si es que convierto en mío lo que trascurre normalmente?
Tengo miedo de estar muerto,
mi cuerpo emana pestilencias
ya no siento más que un impulso
y hace rato arrastro este cuerpo atado a mi alma.
No te miento cuando te digo
ser coherente es cuestión de tiempo
y te busco entre tantas sombras
que deja la estela de tu presencia.
Soy un camino (entre miles de millones de caminos)
atravesado por miles de millones de caminos
y soy la piedra que no es tenida en cuenta
dentro de un sendero pedregoso
sin diferenciarme del resto
sigo estancado en el limite de varias personas
añorando poder volar,
aunque no sea más que un camino en un océano de piedras estáticas.
¿Cuántas veces partirás sin despedirte? Te veo rasgar el cielo
Las plumas de los aviones recorren el aire
mientras la vida se derrumba a mi alrededor.
Toco. Descubro mundos infinitos.
Es hora de dormir la siesta, alguna vez te refugiaste entre palmeras,
te encuentro una y otra vez en diferentes formas (mientras te escapás),
te disparo dos veces y escapo.
Hoy no quiero saberte en otra realidad.
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