Dibujo anagramas en mi mente
mientras busco lo fantástico en mis declaraciones
me canso de lo inexorable y encuentro un suspiro
llano y auténtico.
La humanidad está cansada de lo oculto
y busca integridad en palabras efímeras.
Una sombra diáfana me moja la espalda
mientras me persigue en cólera,
escapo tras aquelarres y nostalgias
de reencarnaciones hostiles.
Huyo hasta caer dormido.
Despierto enmarañado de pastizales
en la negrura del día, tapado por harapos
dolorido, espantado y atravesado por luces.
Pienso en los versos de Pessoa
y me refugio en su retórica,
duele tanto el desasosiego
que existe tan arraigado
y me arrastra cual cruz.
Hoy seré ese que se esconde
y mañana también.
Hoy seré ese que alguna vez no querré recordar
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