lunes, 13 de mayo de 2013

Lo memorial de lo cotidiano

1

Aborrezco a todas esas personas que por querer disfrutar de todo no disfrutan nada. Cuando lo conjetural se vuelve promesa es donde discrepo enormemente. Ahí quiebra la acción y el deseo con el presente sueño que transfiere, por más que uno se resigne a vivir su vida cargada de ideales, hacia una sustancia concreta a la que llamamos mañana.
 Concierne a lo que efectuamos como anhelo y lo que se presenta como una realidad de la cual no escaparemos aunque intentásemos con todos nuestros sueños postergados. Ya que, aunque sea cruel y lamentable, lo que nos traspasa es el único destino que tiene el hombre, sea o no siervo de un Dios que puede o no existir, y es que la vida será el efecto de sus conjugaciones sobre la misma y lo que se cree, o no, con respecto a la muerte.
 En efecto, todo lo que el hombre busca es salvarse de ese destino repetido que tiene, sea de donde sea y adopte la posición que adopte, indudablemente, por ser hombre, vivirá y morirá. Y lo mejor que puede hacer es resignarse a ello.



2

Mostrame cuál es el ocaso más hermoso que viviré
donde pueda situar mis ojos
y hacerme lejano a mis sueños
cuando prenda fuego mis escritos
clamando por lo más bello que me sucederá.

Mostrame la perfección de algo eterno
y repetitivo, que no cesará
ni perecerá como el hombre.

Mostrame antañas rajaduras
en tu piel que se conviertan en poesía
donde lo cotidiano no sea espanto
y la rutina del amanecer no sea eterna
y pueda concebirla cómo el último de mis días.

Sin más, lo eterno es un padecimiento
y efímero tiende a hermoso.

Más si pudiera disfrutar de todo ello
estaría llegando a esa perfección
donde deje de buscar días y noches
diferentes unas de otras,
donde sea efímero lo eterno
y lo bello dure más que una vida.

1 comentario:

Matias Berrondo dijo...

Dani, la puta madre. Me mareaste con la primer parte.

El poema, que me pareció más sencillo y directo, me gustó, justamente por esa naturalidad (un poco atrevida e irrespetuosa que solés tener) cuando hablás de lo bello, lo eterno y lo terrible.

De todos modos siempre me joden un poco estas composiciones absolutistas: "lo eterno es un padecimiento", "estaría llegando a la perfección", pero en general me parece un buen poema. Creo que la fuerza está concentrada especialmente en el último verso, y está bien sintetizada ahí la idea. Igualmene en los tres pimeros párrafos, que me parecieron hermosos.

Creo que además sostenés tu propia voz al escribir, y eso es bueno siempre que no te olvides también de explotar hacia afuera.

Todos podemos disfrutar; Que sea eterno mientras dure.