sábado, 23 de abril de 2011

Alguna vez

Perdiéndome vine a encontrar
aquel vacío que me llenaba de expectación
y me orillaba
en la ladera más alta
de mis recuerdos transeúntes.

Recorriendo las migajas del destino
inventé
más de una declaración
absurda
contra el universo, en el cual yo me poso
para poder expulsar
mi alma a la nada
misma.

Intrascendente es el paso del tiempo
sobre mis ojos, llenos de magia,
que viajan en el aire
y se hacen parte del tiempo,
quizás. Nadie puede explicar
lo que ahora fui desarrollando,

cada vez estoy más alejado
de los extremos y me siento
el artífice de los actos más macabros.

Sé que más de una vez volví a crear,
y a querer,
las mismas situaciones,
en las que me veo sumergido
solo por el placer de hacerme carne fértil

(objeto bendecido por el indecoroso sortilegio de la vida austera bajo la mano de un Dios que no hace más que observar sin que nosotros dejemos que viva).

Y aquello que alguna vez supuse
se pierde
en lamentaciones, y misterios,
que están ligadas a un acto inerte
y a todo aquello que nos hace sentir lejanos...

Teodoro Duarte

2 comentarios:

sol dijo...

la verdad existe o no..mi punto de vista.

Isabel de León dijo...

Asomarse al abismo d vez en cuando no es malo, sentir el vértigo, la fatiga...mientras no t lances...(si lo haces con un paracaidas...tampoco es malo)
;)

Saludos de la chica puenting.