cuando salís a la calle y la luna juega a ser estrella.
Soy todo eso que repudiás,
que te hace sentir lejos de tu mundo.
Y vos que estás ligado al mundo
con tu puto traje oscuro,
lleno de finos detalles e hilos,
que te hace llegar a los lugares que yo no conozco
y que no me interesan.
Vas pisando cabezas
sintiendo el sabor a sangre de los caídos,
lo que fuiste vos y lo que somos todos.
Y esas niñas hermosas ríen
de tu rapidez al amar,
ríen y se desgarran en tu polvo precoz.
Despertás angustiado,
esperando llegar y demostrar tu enojo
con algún boludo de turno,
que no tiene nada que ver con vos
y lo hacés parte de la causa.
Luego de un día lleno de rojos y furia
estás cansado, con ganas de volarte los sesos.
Amás tu forma escueta de vivir,
quizás sea porque es lo único que tenés
y te aferrás con fuerza a tu destino,
sabiendo que el mañana te espera
sin augurio ni buenaventura,
esperás la hora de tu muerte
deseando que haya
más de tres personas en el funeral...
Teodoro Duarte
1 comentario:
Excepto con la parte de las niñas hermosas que ríen y el asunto ese sobre volarse la cabeza, me siento plena y tristemente identificado.
Gracias por abrir una vieja herida.
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