El arte es el artífice sumamente necesario al cual nosotros recurrimos cada vez que intentamos hacer que el mundo acarree, unos segundos, el peso de nuestros amores -Aquellos que tienen éxito y de los que hablamos- y se haga cargo de nuestra existencia maltrecha, en busca de magia afectada por una cotidiana costumbre de romper nuestros sueños -al igual que nuestros cuerpos- por un sueldo que no paga la céntima parte de todo aquello dejado en el camino.
El arte es el grito seco, dubitativo, que recorre nuestra mente, y la enceguece de amor y deseos: Eso que la hace libre e infeliz.
Reconozco ser un tanto fatalista en éste momento, el arte también es eso: Convirtiéndose en la necesidad de sentir ese duelo eterno que se lleva nuestra esencia magra. Es el amor que se hace carne, es la diferencia entre el día y la noche, es el tener nada y no tener todo.
El arte es el beso tierno a la persona querida, mirando a los ojos, perdiéndose el uno en el otro; dejando correr el tiempo sin la necesidad de buscar excusas.
El arte, mi hermoso ser, es todo lo que hago por ser feliz.
El arte es ese sentir que puede no sentirse...
Teodoro Duarte
3 comentarios:
Excelente!!! me siento tan reflejada en estas hermosas palabras....siempre es un placer leerte.
teodoro duARTe,
bien elegido el nombre.
te leo, te leo.
bien ahí.
(cariños!)
Me encanta, lleno de grandes verdades!, no existe mejor cosa que una persona que busca la verdad, aguante la militancia del arte! viva el arte! ;)
Publicar un comentario