que escribe a la suerte.
Aquel que le teme
al amor.
Ese que no sabe amar
sin carnalidad
sin carnalidad
y exclusividad
dentro de la noche.
Soy el que va sintiendo
sin sentir.
Amando sin cerrar
los ojos.
Ese que convive con la hipocresía
de ser yo mismo,
y no quiere dejar de serlo.
Soy el que juega
con sentimientos
hechos trizas
y desorientados.
Soy la puerta
al paraíso, y la puerta
al infierno.
Soy lo que divide
lo mundano
de lo trascendente.
Oscuridad que se vuelve mugre,
lodo que hace musgo.
Esa oscuridad soy yo.
Soy todo lo que no me gustaría ser
Y al recaer en mi
pienso
en cuantas veces veo
directo al sol,
sintiendo su resplandor
en mi cara,
mis conclusiones
son obtusas y
me dejan vacío.
La vía sigue debajo
de mi tren,
estoy cerca de casa,
y ya no sé si quiero
volver a ser yo...
Teodoro Duarte
5 comentarios:
o-s-c-u-r-o
genial! buenas palabras!
Absolutamente sincero pero un poco pesimista. Disculpá mi respetuosa frontalidad. Suerte Hermano!!
Hay una delagada línea entre lo que uno quiere y lo que uno puede, sólo que a veces esa línea se nos vuelve una especie de desierto insondable.
Besos.
Las conclusiones son obtusas y nos dejan vacíos.
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