nos divide
en el opaco mar
de la noche en Niceto.
El escenario irradia
una luz verde,
mezclada con tu voz.
El sol está ahí
y yo lo veo en mi noche.
Llamas prendidas en vida
y el sonido que nos traspasa.
El fulgor nace
en tus labios,
destellos de creciente
omnipotencia
transcurren en el aire.
Bosque cruel
eterno laberinto rítmico.
Y para ella no soy
carne.
Sonidos al viento
día y noche.
Somos todo ello
mientras nos sostenemos
en la nada,
pasan aplausos y gritos
por mis oídos agraciados.
Ese eterno momento
llega hoy,
lo estoy tocando.
Es hora de amanecer,
de noche,
donde tu voz es el día
y mi néctar,
el lucero del alba...
Teodoro Duarte
2 comentarios:
me gusta que expresas todo algo tan común que ir a ver a alguien que te gusta ... escribís muy lindo pero de manera profunda osea mas allá de lo que puede llegar a mirar uno .
BESITOS !!
Me gusta! aunque para mi, Mimi es más el mediodía y un montón de árboles naranjas y verdes.
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