jueves, 23 de diciembre de 2010

Sueño con ella.






Un incierto de gente
nos divide
en el opaco mar
de la noche en Niceto.

El escenario irradia
una luz verde,
mezclada con tu voz.

El sol está ahí
y yo lo veo en mi noche.
Llamas prendidas en vida
y el sonido que nos traspasa.

El fulgor nace
en tus labios,
destellos de creciente
omnipotencia
transcurren en el aire.

Bosque cruel
eterno laberinto rítmico.
Y para ella no soy
carne.

Sonidos al viento
día y noche.
Somos todo ello
mientras nos sostenemos
en la nada,

pasan aplausos y gritos
por mis oídos agraciados.

Ese eterno momento
llega hoy,
lo estoy tocando.

Es hora de amanecer,
de noche,
donde tu voz es el día
y mi néctar,
el lucero del alba...


Teodoro Duarte

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta que expresas todo algo tan común que ir a ver a alguien que te gusta ... escribís muy lindo pero de manera profunda osea mas allá de lo que puede llegar a mirar uno .
BESITOS !!

Matias Berrondo dijo...

Me gusta! aunque para mi, Mimi es más el mediodía y un montón de árboles naranjas y verdes.