Soy parte de esas gotas
que caen
y aniquilan el suelo.
No me veo diferente a ellas.
Siento que aún
no entendemos nada
y elegimos sin saber
que es lo que pasa.
Veo esas hojas arder
en llamas azules,
rojas y verdes,
consumiéndose de más.
Y soy eso.
El suelo,
de barro ya,
hace que mis pies patinen
y mi cabeza
esté más cerca de la tierra.
La lluvia ablanda todo
lo que abraza,
y nos hace parte del decorado.
Los colores viven su fuerza.
La lluvia cesará
al igual que el fuego,
sólo quedarán las cenizas,
nosotros y algunos colores...
Teodoro Duarte
2 comentarios:
Siempre sentí que somos parte de eso, parte de la vida. La lluvia cae para avivar la naturaleza misma.
Todo lo que trae vida ablanda un poco a nosotros, al igual que un abrazo (como la unión entre dos personas, una unión que va más allá de la forma física y que va cargada de sentires. Me interesan los sentires). Nadie puede robar algo si hay consenso de eso, si hay aprobación. No importa a quién pertenecía, todos somos parte de la misma energía llamada Tierra. Nadie puede robarse algo que nunca va a pertenecerle, así como las personas no nos pertenece la lluvia tampoco.
Todos somos fuegos, esa energía vive en nosotros. Algunos ardemos con más intensidad...
y algunos nacen quemados...
me gustó este poema. creo que usás la voz adecuada.
somos parte de todo, con todas las contradicciones que esto implica. y todo convive con todo, y todo se muere y renace.
"La lluvia ablanda todo
lo que abraza,
y nos hace parte del decorado."
muy bueno
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